Punto de Mira
Artículo publicado
16/10/2022
vigoempresa
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MAL APARCAR EN EL MEIXOEIRO
Un hospital público
en un entorno tercermundista
Inaugurado en 1989, se trata de un hospital envejecido que fue objeto de actuaciones de remozamiento exterior e interior tales como pintado de fachadas o reparaciones urgentes para solucionar problemas de filtraciones de aguas en épocas de lluvias. Se le está dotando de aire acondicionado.

Los accesos son estrechos y complicados, por las mañanas formándose largas colas de vehículos con pacientes a bordo. En ocasiones un autobús queda atascado; o una ambulancia se ve con dificultades para abrirse camino.
Una vez arriba, en lo alto del monte, en los mal concebidos aparcamientos escalonados hay escasez de espacios, no pocos coches obstaculizando el tránsito en lugares señalizados como prohibidos. Son numerosos los aparcados en doble fila con el conductor dentro, debido a que en muchos casos la única forma que han encontrado los sufridos usuarios para llegar a tiempo a sus citas es la de hacerse acompañar por un familiar que ejerce de chófer y queda a la espera.
Pero existe la opción de recurrir a alguna de las seis fincas de los alrededores que paisanos propietarios han convertido en parkings de pago en torno a sus viviendas.
APARCAMIENTOS ALTERNATIVOS ILEGALES
A la izquierda uno de los siempre atestados aparcamientos públicos; y a la derecha el cobrador de uno de esos solares reconvertidos en leira parkings que deben proporcionar a sus dueños considerable rentabilidad mensual. Por supuesto sin declarar actividad ni ingresos, sin pagar impuestos. El personaje con mascarilla, con su cartera en bandolera, es el cobrador. Un tipo de joven por su aspecto de dudoso pasado cuyas maneras y trato a los clientes son deplorables. Cuando alguno hace amago de protestar una de sus frases recurrentes es: ´y si no te gusta, puerta´, señalando la entrada. No pocos usuarios del hospital se ven obligados a soportar este trato desconsidero y degradante por parte de semejante individuo, digamos que extra sanitario, que regenta una actividad ilícita sin que ningún tipo de autoridad policial o judicial intervenga, tampoco una investigación fiscal.
Pero, ante la dejadez de los responsables del Sergas, estos aparcamientos cumplen con su función, dadas las circunstancias. Es de suponer que por eso se permiten sin que medie control alguno.
La tarifa es la ´voluntad´, que es fija de dos euros independientemente del tiempo que dure el estacionamiento. Una de estas fincas tiene una capacidad para entre cincuenta y sesenta coches, lo que, dada la rotación que se produce entre las 8 y las 14 horas, da una idea de los ingresos diarios del ilícito negocio de lunes a viernes. Se paga a la entrada.
A estos aparcadoiros también recurre en ocasiones el personal sanitario que trabaja en el centro.
Y hay que tener en cuenta de que desde las superficies de los aparcamientos hasta la entrada principal del hospital hay una considerable distancia, de entre cien y doscientos metros.
PERO QUEDA LA OPCIÓN DE TREPAR POR EL MONTE
No pocos usuarios del Meixoeiro optan por aparcar en una de las dos explanadas bien hormigonadas que se encuentran al pie del monte, junto a la A55 que une Vigo con Porriño, anexa UNA a un centro comercial y la otra a la gran superficie de una conocida tienda de artículos de deporte. Ambas son gratuitas y casi siempre hay sitio; pero a cambio hay que tener unas buenas piernas para recorrer las empinadas cuestas que llevan hasta el centro médico salvando una altura de entre veinte y treinta metros, que no son pocos. Es decir, se trata de una opción apropiada, más bien, para aquellos que se encuentren en buena forma física. O sea, pocos de los citados a las consultas.
¿La solución al problema del aparcamiento que, por tratarse de un hospital fundamentalmente ambulatorio, se da por las mañanas? Difícil y cara, dada la orografía. Aunque posible, estando la solución en la construcción de varios parkings en alturas.
Ocurrirá que los presupuestos de la Xunta no dan para más. Pero es que el acceso a un hospital también forma parte de la atención sanitaria. O así debería ser, sobre todo teniendo en cuenta que el Meixoeiro atiende a la población que, integrados en su área sanitaria, vive en los lugares más alejada del núcleo urbano de Vigo.
Y EN ESTE CONTEXTO SE ENCUENTRAN LOS MODERNOS Y MAGNÍFICOS SERVICIOS DE ONCOLOGÍA RADIOTERÁPICA
El Sergas reseña lo siguiente en su página web: ´es el mayor centro especializado en Galicia en la atención ambulatoria (quirúrgica, médica, oncología radioterápica) y en la atención integral al paciente crónico, de edad avanzada y pluripatológico´
Y también: ´En la atención oncológica, además de la Unidad de Mama, destaca especialmente el Servicio de Oncología Radioterápica, referencia para más de 1.200.000 habitantes del sur de Galicia´
No pocos pacientes acuden al centro desde O Grove o desde A Guarda, poblaciones que se encuentran a unos sesenta kilómetros de distancia, que son ciento veinte ida y vuelta. Para recibir el tratamiento en unas instalaciones de oncología radioterápica que en ocasione se manifiestan como insuficientes.
La entrada en la fotografía de arriba, el servicio se encuentra en una especie de búnker situado en las proximidades del edificio principal del hospital. Se trata de un amplio espacio, estrecho y alargado de tratamiento modernas, con dotaciones de última tecnología entre las que se encuentran cuatro aceleradores, uno de ellos, el más reciente, donado por la fundación de Amancio Ortega.
V.E