Baixo Miño

A

CASA CHAVER
Una tasca histórica en Figueiró, con la parra más acogedora

En Tomiño, en la parroquia de Figueiró, en la plaza del Santuario de San Campio de Lonxe, Casa Chaver es, probablemente, la tasca en funcionamiento con más antiguedad de O Baixo Miño, manteniéndose tal cual era hace más de setenta años.

CASA CHAVER | Una tasca histórica en Figueiró, con la parra más acogedora

Si el pozo con la inscripción en la piedra está datado en 1903 la construcción de la casa debe andar por ahí.

En los meses de verano dar cuenta de una jarrita de vino bajo este emparrado es un lujo, sobre todo si el blanco de O Rosal se acompaña por unos ´concejales´, que así son nombrados los trocitos de bacalao rebozados y fritos especialidad de siempre de la casa.

Y en invierno el interior, con su suelo de tierra apelmazada por el transcurso de los años y las décadas, con las paredes llenas de recuerdos y variados viejos objetos que fueron de utilidad rural, es no menos acogedor.

TAPEO Y COMIDAS POR ENCARGO

Casa Chaver tiene sus peculiares horarios: para el vino con tapeo abre a partir de la siete de la tarde, los sábados y domingos también al mediodía; pero acepta cualquier día de la semana comidas por encargo, para un mínimo de cinco comensales. Y, si se quiere, se puede llevar el día anterior el género para que lo preparen, por ejemplo lamprea del Miño o sábalo.

El Chaver, como se dice por la zona, está en la actualidad a cargo de Suso, hijo de Rafael Chaver y cuarta generación bajo la parra. En la cocina cuenta con la imprescindible colaboración de Tere, que también tiene mucho que decir en la gestión del local.

UNA TASCA CLÁSICA QUE TAMBIÉN ES ILUSTRADA

Cuenta el Chaver con un comedor para reservar en el que se celebraron no pocas reuniones en torno a memorables cocidos, atendidas, en bastantes ocasiones, por empresarios de los grandes invernaderos de la comarca dedicados a plantas ornamentales y flores.

Es además, desde siempre, lugar de encuentro de destacados escritores y pintores, que ni unos ni otros faltan por O Baixo Miño. Uno muy principal y de los mejores clientes históricos era Elíseo Alonso, hombre expansivo, cordial y siempre amante del buen vino, magnífico escritor y dedicado cronista de su tierra miñota, también poeta, que en 1996 falleció en La Habana de manera repentina cuando se encontraba allí de visita recopilando documentación para un libro sobre la huella gallega en Cuba, una pisada o impronta con retorno.

  • La plaza de Figueiró ha sido recientemente remodelada por el ayuntamiento de Tomiño. No ha quedado mal desde un punto de vista estético; pero, partiendo de un equivocado planteamiento, se ha cometido un error al no haberse respetado del todo la esencia rural del lugar, que es su espíritu y era su materialidad, adoptando un modelo más apropiado para plaza de cualquier villa.  

En todo caso, si se visita O Baixo Miño y anda uno por los entornos de Figueiró y San Campio de Lonxe, una visita a Casa Chaver es obligada. No sólo por el vino de O Rosal o por los otros buenos vinos que ofrece, de distintas Denominaciones de Origen, también porque es un lugar que ha sabido mantener su identidad de toda la vida. Lo que agradece su clientela habitual y sorprende a los nuevos visitantes.

Share on FacebookTweet about this on TwitterGoogle+Print this page