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Artículo publicado
05/08/2016
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FRANCISCO MANTECÓN
Técnica Mixta – Tela Díptico Medidas: 130 x 80 Año realización: 1981 A la XII Edición de la Bienal de Diseño de Carteles Francisco Mantecón, organizada por Bodegas Terras Gauda, celebrada del 31 de Octubre al 25 Noviembre 2015 en la Estación Marítima de Vigo, se presentaron nada menos que 1.310 originales procedentes de cincuenta … Continuar leyendo "FRANCISCO MANTECÓN"

Técnica Mixta – Tela
Díptico
Medidas: 130 x 80
Año realización: 1981
A la XII Edición de la Bienal de Diseño de Carteles Francisco Mantecón, organizada por Bodegas Terras Gauda, celebrada del 31 de Octubre al 25 Noviembre 2015 en la Estación Marítima de Vigo, se presentaron nada menos que 1.310 originales procedentes de cincuenta y nueve países.
Pocos pintores y/o diseñadores gráficos en el mundo – Mantecón era ambas cosas – podrán presumir de lo mismo, de semejante poder de convocatoria de un concurso que lleve su nombre.
EXPOSICIÓN HOMENAJE EN MARCO
Como diseñador fue autor de decenas de portadas de libros en su mayor parte para Editorial Galaxia, también de etiquetas de buenos vinos como son los de las bodegas que organizan la Bienal, así como de los logotipos de importantes empresas.
Y como pintor participó en más de cien exposiciones, de ellas veinticuatro individuales. En La Galería Novecento expuso en los años 1981, 1984 y 1985 y entonces este espacio expositivo tomaba un nuevo pulso con las visitas de los amigos y admiradores de Mantecón, entre ellos no pocos docentes. Otro ambiente.
Precisamente con Novecento, Mantecón participó en el año 1982 en la primera edición de Arco, la gran feria internacional de arte que se celebra en Madrid, de la que fue uno de sus iniciales protagonistas.
En 2015, catorce años después de su fallecimiento, del 23 de Enero al 31 de Mayo tuvo lugar una gran exposición homenaje en Marco – Museo de Arte Contemporáneo de Vigo bajo el título «Francisco Mantecón. Pasión y Cálculo», comisariada por Alberto González-Alegre y Angel Cerviño, que después viajó, en el mes de Junio, a la Fundación Luis Seoane, de A Coruña.
La Editorial Galaxia publicó entonces un volumen con el mismo título.
Ver aquí: MARCO. Pasión y Cálculo
ABSTRACCIÓN GEOMÉTRICA COMO PRODUCTO DE LA REFLEXIÓN
Puesto que la lectura era una de sus principales querencias – junto con la música, la fotografía o la gastronomía – diseñar portadas de libros le debía resultar un incentivo muy satisfactorio. Y con las etiquetas de vinos pues lo mismo, ya que, siendo todo un entendido, beber de la botella cuya marca gráfica cara al consumidor diseñaste tenía que ser de lo más gratificante, sobre todo si el vino se bebía tan bien. Y si aparte de autor de la etiqueta de Terras Gauda has sido creador del logotipo y fundador de la bodega, socio con participación en la misma, pues la leche y el mosto.
Metódico en todo, especialmente en su trabajo, de las portadas de los libros hacía un seguimiento completo en la misma imprenta para asegurarse de que el proceso de impresión trasladaría exactamente en sus tintas el resultado del diseño original con todos sus matices.
Respecto a su pintura, se remitía a esta frase de Bracque: «Amo la regla que corrige la emoción». Quería decir que su arte era meditado tras ser premeditado, siempre reflexivo.
«Mi interés por la geometría tiene que ver con las matemáticas, con la música … Uso las trasformaciones geométricas para jugar con planos y motivar la percepción del espacio»
BUENA PARTE DEL PODERÍO DE MANTECÓN RESIDÍA EN SUS GAFAS
Era un tipo grande, barbudo, siempre bien compuesto de manera informal, incluso un poco presumido en su indumentaria, un intelectual al tiempo que «bon vivant». De una presencia que destacaba en los espacios que frecuentaba, Mantecón era todo un personaje en Vigo. Era puro Vigo, tanto diurno como nocturno. Eligio, La Viuda, Café Goya, Satchmo, Catro a Catro, Metropol, Nos…. Le gustaba relacionarse; pero siempre donde hubiera nivel de coco y no pijerío ni poses sociales, que eso no le iba nada.
Algunos de los que le conocimos a fondo estamos ahora convencidos de que Paco Mantecón utilizaba sus potentes gafas de miope – de un modelo que parecía especialmente diseñado para él o por él – como un ordenador de los actuales, de eficientes prestaciones. Porque en aquellos tiempos en los que todavía no existía Internet Mantecón ya hacía uso de una especie de mundo digital propio: la mucha información que recogía en sus observaciones a través de las gafas era procesada en la montura antes de ser enviada, siempre muy ordenada y clasificada, al cerebro, donde se almacenaba.
Gafas que es cierto que tenían sus limitaciones, pues aunque le servían para controlar, procesar, leer, pintar, diseñar y hacer fotografía no las podía utilizar para escuchar música o paladear un buen vino; pero en estos casos se las arreglaba perfectamente de manera directa. Y él mismo era también un poco Google, pues sabía de casi todo, los deportes entre las excepciones. Ante cualquier duda en muy variados campos sólo había que preguntar a Mantecón, que inmediatamente te respondía con lo primero que se le venía a la cabeza en ese momento y que normalmente era correcto y acertado, aunque no siempre.
En ocasiones era tanta la información que recogía, tanta la presión que soportaba ante las tonterías que contemplaba o escuchaba, que necesitaba soltar un bufido como de locomotora de vapor antigua. Se sacaba las gafas, las limpiaba del vaho y después todo volvía a su sitio.
El secreto, sin duda, estaba en las gafas. A través de las cuales un día procesó a Pilar, es decir, a Pilón, y decidió unirse a ella para ser dos. Fue una de las mejores decisiones, si no la mejor, que tomó en su vida.
Pilón y Marcos, el hijo de ambos, siguen viviendo en la casa que compartían con él. Es como un templo dedicado a Mantecón, Pilar ejerciendo de sacerdotisa ayudada por Marcos.
Mucho Mantecón el que nos ha quedado. Que además, como ya se dijo, nos sobrevivirá a todos en su obra.
Francisco Mantecón falleció en 2001 a los cincuenta y tres años de edad.
Los de Terras Gauda acertaron de pleno convocando el concurso internacional de carteles con su nombre.
J.GÓMEZ F.
Francisco Mantecón era licenciado en Bellas Artes por la Universidad San Jorge, de Barcelona. Durante un tiempo se dedicó también a la docencia. A sus alumnos de instituto les hacía coña aquel singular personaje barbado que iba de serio y riguroso, que ensayaba mirada severa y que a veces se cabreaba; pero que era un buenazo. Después le saludaban por la calle: «Adiós, Mantecón». Sólo suspendía cuando se sentía muy obligado, por ejemplo: si le presentaban en el examen una recta en forma de curva.
Para conocer mejor su obra:
FRANCISCO MANTECÓN
Ver también:
BIENAL INTERNACIONAL DE CARTELES FRANCISCO MANTECÓN
Y de nuevo:
MARCO. Pasión y Cálculo