Los médicos forman un colectivo muy amplio, lo mismo que los profesionales de la abogacía. Con los primeros te juegas el pellejo, un brazo, una pierna, la vista o una oreja. Con los segundos lo que está en juego en muchas ocasiones es el patrimonio. O entrar o no en la cárcel.

Ambas son, por tanto, profesiones de riesgo; pero para los usuarios de sus servicios.

Hay abogados y médicos de reconocido prestigio, categoría desde la cual la escala va descendiendo hasta el nivel de deficiencia en ambas ramas.

Como ejemplo de lo segundo y respecto a los abogados, recientemente se vió un caso en un juzgado de las proximidades de Vigo en el que, para oponerse a una demanda, una letrada adjunta en el bufete de Chano Criado del Rey (acompañando a la guitarra) presentó un escrito que comenzaba así: «Que en la indicada representación de las hermanas G.A, quienes a su vez intervienen en nombre y representación de su madre»

Lo que mereció la correspondiente respuesta mediante auto de la juez: «Pues bien, tal y como se hace constar en el pretendido escrito de contestación a la demanda, el procurador y letrado actuantes presentan el respectivo escrito «en representación  de las hermanas G.A «, quienes «a su vez lo hacen en nombre de su madre». Ello no es posible ya que las hijas de la presunta incapaz no pueden personarse en nombre de su madre porque no son parte de este proceso (…)»

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No hace falta ser juez ni siquiera persona medio instruida en leyes para percibir que el tal escrito, además trufado de falsedades y descalificaciones fuera de lugar al demandante, constituyó una clara muestra de incompetencia – eso de en representación de quienes a su vez representan – impropia desde el punto de vista de la práctica jurídica de un bufete que se pretende vender como de cierta relevancia.

Que quizás se debió a que las hermanas G.A contaban con un poder notarial de su madre que la letrada consideró que sería suficiente para sustituir a la demandada en el juicio, dándole al documento un valor de representación ante los tribunales del que carecía. Lo que agrava el asunto.

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La abogado quedó así apartada del procedimiento, sin posibilidad de intervenir en el juicio ella; y sus clientas sin acceso a las actuaciones, por lo que la defensa de la entonces presunta incapaz corrió a cargo, como es preceptivo en estas circunstancias, de la fiscalía. Obteniendo el demandante una sentencia favorable en todos sus puntos, viéndose las «representadas» obligadas a presentar las cuentas que pretendían ocultar, descubriéndose así una extraordinaria merma todavía por justificar del patrimonio materno.

Moraleja: cuidado con quién te aconseja. Y, si se puede, optar siempre por los mejores profesionales. Que en Vigo los hay excelentes, por lo que todo consiste en procurar elegir bien.

Es decir, que tratándose de abogados seleccionar un bufete competente.

* Por lo anterior, resulta sorprendente que esta letrada, Inmaculada Fernández-Nespral, licenciada por la Universidad de Granada, visto lo expuesto arriba, dada su nefasta actución en el caso mencionado, de clases en la Escuela de Práctica Jurídica del Colegio de Abogados.

Pero esto se puede entender si tenemos en cuenta que también se ofrece como preparadora de opositores al cuerpo de notarios cuando ella misma suspendió esas oposiciones.

V.E

 TRABAJA EN UN BUFETE QUE SE ENCUENTRA EN EL EDIFICIO AZUL