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JOSÉ FERNÁNDEZ LÓPEZ
El empresario visionario que inventó el método para congelar el pescado a bordo y que fue el introductor de las primeras plantaciones de Kiwi en las Rías Baixas

En los años sesenta del siglo pasado, la creación de Pescanova cambió para siempre la industria mundial de la pesca. Efectivamente, se puede afirmar que en Vigo se inventó el pescado congelado a bordo. Y la construcción de los nuevos barcos congeladores capaces de faenar en caladeros muy lejanos transformó la industria naval en la Ría.

JOSÉ FERNÁNDEZ LÓPEZ |  El empresario visionario que inventó el método para congelar el pescado a bordo y que fue el introductor de las primeras plantaciones de Kiwi en las Rías Baixas

Coincidiendo esto con la llegada de Citroën a la ciudad, la ciudad comenzó a convertirse en lo que es hoy: base de una extraordinaria industria pequera con expansión internacional y una referencia europea de la industria de la automoción.

Este artículo se publicó originalmente en Vigoempresa el 01/01/2016

Los hermanos Manuel, Antonio, José y Concepción Fernández López eran hijos de un importante tratante de ganado natural de Sarria conocido como Antón de Marcos, que se había iniciado como tal a partir de unos ahorros familiares procedentes  de la emigración en Cuba y cuya actividad se extendía a buena parte del norte peninsular (Ver enlace: Antón de Marcos)

Antón de Marcos falleció prematuramente en 1931. Sus hijos, muy jóvenes, continuaron con la actividad e iniciaron mataderos como el ubicado en Mérida, convirtiéndose en destacados productores de carne.
Cuando estalló la guerra civil, por encontrarse sus industrias en la mal llamada «zona nacional», se vieron convertidos, aun siendo de tendencia galleguista, en importantes suministradores para el ejército sublevado contra la República.

SIEMPRE EN COMPROMISO CON GALICIA DESDE MUY DIVERSIFICADAS ACTIVIDADES

Los Fernández eran poseedores de un espíritu empresarial imparable y formaban un equipo eficaz muy bien avenido de vocación empresarial, volcado en los negocios.

Finalizada la guerra aprovecharon sus oportunidades. Tras adquirir el laboratorio vigués Miguel Servet, cuyos propietarios a partir del cornezuelo de centeno ya obtenían alcaloides, crearon Zeltia, que en los años siguientes se transformaría en una de las industrias químicas más destacadas de España. De la que surgiría posteriormente Antibióticos S.A (ver aquí wikipedia)

Puesto que ya había estallado la II Guerra Mundial, crearon Titania, dedicada a la exportación de wolframio a Alemania. Otras compañías que nacieron entonces fueron Transfesa (Transportes Ferroviarios Especiales) y Cementos del Noroeste.  En Lugo montaron Frigsa, siguiendo el modelo del matadero de Mérida; y en O Porriño impulsaron Granxa do Louro. Siempre rodeándose de los mejores expertos y profesionales a los que daban participación en sus sociedades.

AL TIEMPO QUE APOYABAN EL MUNDO DE LA CULTURA

Los hermanos Fernández López eran, como se dijo, galleguistas que deseaban lo mejor para su tierra. Su aportación económica fue decisiva para la creación del Museo de Pontevedra y también apoyaron la fundación de la Editorial Galaxia.

Dada el músculo industrial que detentaban en aquel escenario de un país tan necesitado, aislado y deprimido como era España en la postguerra, los Fernández gozaban de una permisividad ideológica que les permitió ayudar a no pocos intelectuales también galleguistas que habían sido represaliados o estaban a punto de serlo. Como fueron los casos de Carballo Calero, Isla Couto, Parga Pondal o Paz Andrade, entre otros, que acogieron de una forma u otra en sus iniciativas.

Y quizás lo más relevante: en pleno 1939, por iniciativa de Antonio, los Fernández iniciaron cerca de Sarria la Granja Escuela de Barreiros, en el lugar natal de su padre, un emprendimiento insólito en aquel momento, un proyecto pionero en educación medio ambiental y dirigido a enseñar a los hijos de los campesinos sistemas para obtener mayores rendimientos agrícolas.

Que en 1948 dio lugar a una Escuela Primaria de Orientación Agrícola, la cual además monotorizaba huertos escolares en las escuelas públicas de la provincia.

Una labor de promoción educativa que se completó en 1950 con la apertura en Lugo del Colegio Fingoi, un centro educativo modélico, cuyos sistemas de enseñanza eran absolutamente innovadores en aquellos tiempos.

EL MAR ERA MUY GRANDE Y ESTABA LLENO DE PECES

José Fernández López pensó, se puede decir que pensó muy bien, que el mar era muy grande, desconocido y estaba lleno de peces que nadie aprovechaba en los caladeros lejanos debido a la falta de barcos apropiados para singladuras demasiado largas, con los consiguientes problemas de conservación. Una buena solución sería congelar las capturas a bordo. Y los Fernández, por sus mataderos, tenían amplia experiencia en el campo del frío industrial.
Es decir, que la iniciativa de crear Pescanova – y así revolucionar el mundo de la pesca – partió de un hombre dedicado casi en exclusiva a los negocios cárnicos, cuya principal responsabilidad era, en aquellos momentos, el matadero industrial de Mérida.
Pero a finales de los años 50 José Fernández pasaba largas temporadas de trabajo en Vigo, alojándose en el desaparecido Hotel Universal, frente al Náutico. No demasiado versado en la actividad pesquera, buscó la orientación de un Valentín Paz Andrade que dirigía una pequeña y voluntariosa revista dedicada al sector, Industrias Pesqueras, al tiempo que como abogado asesoraba a algunos armadores de Bouzas.

Pescanova se fundó en Junio de 1960 y al año siguiente ya contaba con los dos primeros buques arrastreros congeladores, el Lemos y el Andrade, que fueron enviados en sus viajes iniciales de prospección a los lejanos caladeros de Argentina y de Sudáfrica. En noviembre de 1961 regresó el Lemos de aguas sudamericanas con sus bodegas repletas; dos meses después lo hizo el Andrade, con 250 toneladas de merluza congelada de Sudáfrica. El experimento había resultado altamente satisfactorio.

EL BUQUE FACTORÍA GALICIA LLEVABA GAITEROS A BORDO

Pescanova decidió entonces adquirir un viejo trasatlántico de 146 metros de eslora, el Habana, y reconvertirlo en un gran buque nodriza y factoría que se llamaría Galicia, el cual, a partir de 1964, ya estaba operativo en aguas de Sudáfrica, servido por una serie de pesqueros abastecedores. La producción del Galicia –también harina y aceite de pescado, en grandes cantidades – se trasladaba a Vigo en otros buques de transporte frigorífico.

En el Galicia y en los pesqueros y transportes que le prestaban servicio trabajaban 500 personas. A bordo del buque factoría viajaba un grupo de gaiteros dedicados con sus instrumentos a hacer más llevaderas las faenas de procesado.

De modo que gracias a Pescanova – porque los tradicionales armadores comenzaron a seguir su estela – comenzaba a nacer en Vigo una potente industria naval dedicada a la construcción de los nuevos buques arrastreros congeladores.

Sólo diez años después de su creación, Pescanova se había convertido en una empresa de grandes dimensiones que figuraba entre las cien mayores de España. Y ya era la primera compañía pesquera de Europa.

JOSÉ FERNÁNDEZ TRAJO EL KIWI AL GALICIA

Pero esta crónica quedaría coja si no se hiciera mención a otra gran aportación visionaria de José Fernández: la introducción del cultivo del Kiwi en el sur de Galicia, con unas primeras plantaciones experimentales en las proximidades de O Porriño, en la Granxa do Louro. Para en 1969 continuar con una finca dedicada a este cultivo en las proximidades de Gondomar.

Una vez más, como siempre, los Fernández recurrieron para la empresa a la persona más adecuada, en este caso el ingeniero agrícola Carlos del Río Bouzas, hombre clave y verdadero responsable del éxito de las actuales explotaciones, que escribió para los agricultores un libro didáctico: KIWI, EL FRUTO DEL FUTURO. Posiblidades de cultivo en Galicia. Ver aquí artículo en El País.

Hoy el Kiwi se cultiva en otra partes de la península; pero en la provincia de Pontevedra, principalmente en el Baixo Miño, se recolectan en torno a las 4.000 toneladas anuales, lo que supone más del sesenta por ciento de la producción española.

Crearon muchísima riqueza de todo tipo aquellos hermanos Fernández López que en el centro de la ciudad de Lugo tienen, con la mayor de las justicias, una plaza dedicada: FILLOS DE ANTÓN DE MARCOS.

B. CALZADA

Enlace, publicado en 2015

SIEMPRE MERECERÁ UN RECUERDO JOSÉ FERNÁNDEZ LÓPEZ

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