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26/11/2022
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JOSÉ FERNÁNDEZ LÓPEZ
El empresario visionario que inventó el método para congelar el pescado a bordo y que fue el introductor de las primeras plantaciones de Kiwi en las Rías Baixas
En los años sesenta del siglo pasado, la creación de Pescanova cambió para siempre la industria mundial de la pesca. Efectivamente, se puede afirmar que en Vigo se inventó el pescado congelado a bordo. Y la construcción de los nuevos barcos congeladores capaces de faenar en caladeros muy lejanos transformó la industria naval en la Ría.

Coincidiendo esto con la llegada de Citroën a la ciudad, la ciudad comenzó a convertirse en lo que es hoy: base de una extraordinaria industria pequera con expansión internacional y una referencia europea de la industria de la automoción.
Este artículo se publicó originalmente en Vigoempresa el 01/01/2016
Los hermanos Manuel, Antonio, José y Concepción Fernández López eran hijos de un importante tratante de ganado natural de Sarria conocido como Antón de Marcos, que se había iniciado como tal a partir de unos ahorros familiares procedentes de la emigración en Cuba y cuya actividad se extendía a buena parte del norte peninsular (Ver enlace: Antón de Marcos)
Antón de Marcos falleció prematuramente en 1931. Sus hijos, muy jóvenes, continuaron con la actividad e iniciaron mataderos como el ubicado en Mérida, convirtiéndose en destacados productores de carne.
Cuando estalló la guerra civil, por encontrarse sus industrias en la mal llamada «zona nacional», se vieron convertidos, aun siendo de tendencia galleguista, en importantes suministradores para el ejército sublevado contra la República.
SIEMPRE EN COMPROMISO CON GALICIA DESDE MUY DIVERSIFICADAS ACTIVIDADES
Los Fernández eran poseedores de un espíritu empresarial imparable y formaban un equipo eficaz muy bien avenido de vocación empresarial, volcado en los negocios.
Finalizada la guerra aprovecharon sus oportunidades. Tras adquirir el laboratorio vigués Miguel Servet, cuyos propietarios a partir del cornezuelo de centeno ya obtenían alcaloides, crearon Zeltia, que en los años siguientes se transformaría en una de las industrias químicas más destacadas de España. De la que surgiría posteriormente Antibióticos S.A (ver aquí wikipedia)
Puesto que ya había estallado la II Guerra Mundial, crearon Titania, dedicada a la exportación de wolframio a Alemania. Otras compañías que nacieron entonces fueron Transfesa (Transportes Ferroviarios Especiales) y Cementos del Noroeste. En Lugo montaron Frigsa, siguiendo el modelo del matadero de Mérida; y en O Porriño impulsaron Granxa do Louro. Siempre rodeándose de los mejores expertos y profesionales a los que daban participación en sus sociedades.
AL TIEMPO QUE APOYABAN EL MUNDO DE LA CULTURA
Los hermanos Fernández López eran, como se dijo, galleguistas que deseaban lo mejor para su tierra. Su aportación económica fue decisiva para la creación del Museo de Pontevedra y también apoyaron la fundación de la Editorial Galaxia.
Dada el músculo industrial que detentaban en aquel escenario de un país tan necesitado, aislado y deprimido como era España en la postguerra, los Fernández gozaban de una permisividad ideológica que les permitió ayudar a no pocos intelectuales también galleguistas que habían sido represaliados o estaban a punto de serlo. Como fueron los casos de Carballo Calero, Isla Couto, Parga Pondal o Paz Andrade, entre otros, que acogieron de una forma u otra en sus iniciativas.
Y quizás lo más relevante: en pleno 1939, por iniciativa de Antonio, los Fernández iniciaron cerca de Sarria la Granja Escuela de Barreiros, en el lugar natal de su padre, un emprendimiento insólito en aquel momento, un proyecto pionero en educación medio ambiental y dirigido a enseñar a los hijos de los campesinos sistemas para obtener mayores rendimientos agrícolas.
Que en 1948 dio lugar a una Escuela Primaria de Orientación Agrícola, la cual además monotorizaba huertos escolares en las escuelas públicas de la provincia.
Una labor de promoción educativa que se completó en 1950 con la apertura en Lugo del Colegio Fingoi, un centro educativo modélico, cuyos sistemas de enseñanza eran absolutamente innovadores en aquellos tiempos.
EL MAR ERA MUY GRANDE Y ESTABA LLENO DE PECES
Pescanova se fundó en Junio de 1960 y al año siguiente ya contaba con los dos primeros buques arrastreros congeladores, el Lemos y el Andrade, que fueron enviados en sus viajes iniciales de prospección a los lejanos caladeros de Argentina y de Sudáfrica. En noviembre de 1961 regresó el Lemos de aguas sudamericanas con sus bodegas repletas; dos meses después lo hizo el Andrade, con 250 toneladas de merluza congelada de Sudáfrica. El experimento había resultado altamente satisfactorio.
EL BUQUE FACTORÍA GALICIA LLEVABA GAITEROS A BORDO
En el Galicia y en los pesqueros y transportes que le prestaban servicio trabajaban 500 personas. A bordo del buque factoría viajaba un grupo de gaiteros dedicados con sus instrumentos a hacer más llevaderas las faenas de procesado.
De modo que gracias a Pescanova – porque los tradicionales armadores comenzaron a seguir su estela – comenzaba a nacer en Vigo una potente industria naval dedicada a la construcción de los nuevos buques arrastreros congeladores.
Sólo diez años después de su creación, Pescanova se había convertido en una empresa de grandes dimensiones que figuraba entre las cien mayores de España. Y ya era la primera compañía pesquera de Europa.
JOSÉ FERNÁNDEZ TRAJO EL KIWI AL GALICIA
Pero esta crónica quedaría coja si no se hiciera mención a otra gran aportación visionaria de José Fernández: la introducción del cultivo del Kiwi en el sur de Galicia, con unas primeras plantaciones experimentales en las proximidades de O Porriño, en la Granxa do Louro. Para en 1969 continuar con una finca dedicada a este cultivo en las proximidades de Gondomar.
Una vez más, como siempre, los Fernández recurrieron para la empresa a la persona más adecuada, en este caso el ingeniero agrícola Carlos del Río Bouzas, hombre clave y verdadero responsable del éxito de las actuales explotaciones, que escribió para los agricultores un libro didáctico: KIWI, EL FRUTO DEL FUTURO. Posiblidades de cultivo en Galicia. Ver aquí artículo en El País.
Hoy el Kiwi se cultiva en otra partes de la península; pero en la provincia de Pontevedra, principalmente en el Baixo Miño, se recolectan en torno a las 4.000 toneladas anuales, lo que supone más del sesenta por ciento de la producción española.
Crearon muchísima riqueza de todo tipo aquellos hermanos Fernández López que en el centro de la ciudad de Lugo tienen, con la mayor de las justicias, una plaza dedicada: FILLOS DE ANTÓN DE MARCOS.
B. CALZADA
Enlace, publicado en 2015