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“LAS EMPRESAS DEBEN APOSTAR POR TAREAS DE MAYOR VALOR AÑADIDO Y TECNOLÓGICAMENTE MÁS AVANZADAS”
Juan Ramón Güell, socio director de Dosvalor JH, defiende la necesidad de que las empresas gallegas apuesten “por tareas de mayor valor añadido y tecnológicamente más avanzadas, como solución de futuro para sectores amenazados por los menores costes de las economías emergentes”.
En esa línea considera que es un buen momento para que los empresarios gallegos apuesten por la internacionalización, lo que en muchos casos obligará a realizar fusiones, pero que contribuirá a hacer las industrias más eficientes.
Este licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, postgrado en asesoría fiscal por la Escuela de Economía de Madrid y Top Management por la Escuela de Negocios Caixanova reconoce que Vigo es muy sensible a las crisis económicas. “Lo fue en el pasado, en los años de la reconversión y lo será en esta crisis que, además, se está ensañando con los tres sectores que mas valor añadido han aportado en la última década: los servicios, el automóvil y la construcción. Además, sectores que, como el de la construcción naval, que se habían beneficiado del fuerte crecimiento del comercio marítimo mundial, se verán ahora afectados negativamente por la acusada caída de la demanda y se sumarán a la crisis, acumulando las dificultades”.
Desde su punto de vista, sin embargo, hay puntos fuertes en nuestra economía que no deben obviarse. “Esos puntos son los mismos que convirtieron a Vigo en una de las ciudades de mayor crecimiento de Europa. Su puerto, que debe ser apoyado desde las Administraciones; el alto grado de preparación y formación de cuadros intermedios de la industria, una clase empresarial muy experimentada y la capacidad de trabajo y sacrificio que ha hecho del pueblo gallego un sinónimo de esfuerzo y dedicación”.
Según Güell, “los colectivos que sobreviven lo hacen por su capacidad de adaptación y en Vigo se dan las bases para ser capaces de ir adaptándonos siempre que la situación lo exija”.
Hace una llamada a la unidad del empresariado vigués, y recuerda que a través del Club Financiero, del que fue presidente, “el empresariado vigués, acostumbrado a defender su parcela de negocio de forma independiente, se ha ido acostumbrando a que ciertas batallas sólo se ganan planteadas como una tarea común”.
Alerta, sin embargo, que en situaciones como la actual, en la que la crisis tiene ámbito mundial “toda actividad ha de ser parte de un esfuerzo colectivo en el que las Administraciones públicas tienen que estar fuertemente implicadas”.
Con una larga trayectoria en la realización de auditorías y en puestos de responsabilidad y asesoría de distintas empresas, reconoce que en estos momentos las soluciones a la crisis “difícilmente puedan llegar de esfuerzos locales o regionales”, y añade que “las medidas mas urgentes deben ser las que actúen sobre el problema inmediato que causó la crisis”.
Desde su punto de vista es imprescindible “devolver al sistema la liquidez y la confianza a través de la restitución del crédito”, algo que debería estar avalado por las instituciones, con préstamos con garantía pública y a plazos suficientes.
Vocal de la Zona Franca de Vigo y administrador y consejero en diversas empresas, reclama medidas para frenar la pérdida de valor de los activos, creando fondos de inversión “en los que sea posible colocar inmuebles a precios malos” para frenar la parálisis que sufre el sector de la construcción".
Otras medidas que considera positivas para avanzar en la lucha contra la crisis son la “educación y formación, el apoyo a la internacionalización de empresas, el desarrollo del puerto y del aeropuerto, dotar a Vigo de presencia y conocimiento en el ámbito nacional e internacional, una mayor flexibilización del mercado laboral, un gasto más eficiente de las administraciones públicas, la apuesta por las nuevas tecnologías y por el I+D+i, etc”.
Por su amplia trayectoria profesional Juan Ramón Güell, miembro del Registro Oficial de Auditores de Cuentas y del Registro de Economistas Asesores Fiscales, es un buen conocedor de la economía gallega. Desde su privilegiada visión manifiesta su confianza de que la crisis mundial se vaya corrigiendo, aunque piensa que en España la recuperación tardará más.
En el caso de Galicia afirma que nuestro empresariado “debe ser capaz de explotar la enorme red social exterior que tenemos como gallegos, apostando por la internacionalización tanto en Europa como en Latinoamérica, sin olvidar Asia y Norteamérica que deberían ser grandes motores en un futuro próximo”.